martes, 27 de noviembre de 2012

La risa y el miedo

-¿Pero qué es lo alarmante de la risa?
-La risa mata el miedo, y sin el miedo no puede haber fé. Porque sin miedo al diablo ya no hay necesidad de Dios.
-Pero no eliminaréis la risa eliminando ese libro.
-No, desde luego. La risa seguirá siendo la diversión del hombre sencillo. ¿Pero qué ocurrirá si por culpa de este libro, los hombres doctos declaran que es permisible reírse de todas las cosas?

Extraido de la película El Nombre de la Rosa.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Sueño Revelador

Son las 7:12, hace un momento me desperté de un revelador sueño, me levanté y encendí la luz, cogí bolígrafo y libreta y me puse a escribir los detalles que podía recordar. Me entraron ganas de cagar, así que decidí seguir escribiendo en el retrete. Al activar el interruptor de la luz de la cocina, y mientras permanecía a oscuras esperando que se encendiesen los tubos fosforescentes, tuve miedo y vacilé, entonces recordando la comprensión final del sueño, avancé y la cocina se iluminó. Durante el transcurso del tiempo sentado en el retrete, mientras escribía lo que viene a continuación, me iban llegando recuerdos, visiones y comprensiones, mientras más y más escalofríos sacudían mi cuerpo.


Despierto en la noche. La habitación está iluminada por la luz de la luna, las ventanas abiertas de par en par, y las cortinas se agitan con el viento que entra en la habitación. El dormitorio parece el típico dormitorio de castillo: espacioso, con paredes y suelos de piedra, ventanas altas... Me levanto para cerrarlas, y en ese momento aparece ante mí una clara visión, la cara de un duende sonriendo maliciosamente.
Más tarde, quizá al día siguiente, el mago de la torre me explica que el suceso de la noche anterior tiene su sentido. El duende me ha elegido anfitrión, y viene en mi búsqueda. Así que se ofrece para ayudarme en mi preparación, para que cuando llegue sepa recibirle como es debido. Me pide que tome nota de los cuatro niveles que va a enumerar, que son las cuatro fases en la evolución y el desarrollo de este camino:
1. Poder. Al comenzar a girar sobre ti, y empezar a sentir el Poder, crees haber entendido la magia, y crees poder emplearla. Mas al intentarlo llega el segundo nivel.
2. Vértigo. Todo comienza a temblar, y uno no puede sino tambalearse, toda creencia en torno a poder dominar el Poder se disipa, y aparece el Vértigo, una terrible sensación de inseguridad y peligro.
3. Voluntad. Cuando el vértigo es superado, empiezas a sentir el verdadero Poder. A partir de ese momento puedes empezar usarlo a Voluntad.
4. Fusión. Es cuando el Poder y tú os convertís en una misma cosa. El mago ya no puede emplear el Poder, él es el Poder, el Poder lo invade todo. Desaparecen los límites entre mago y conjuro, espíritu invocado y espíritu invocador.

Al día siguiente el mago me lleva a una sala en penumbra, y empieza a instruirme. Mi enseñanza es sencilla al principio, lo único que hago durante la práctica es girar, y girar; todo el tiempo. Girar sobre mi propio eje, girar sobre mí mismo. Primero de pie, después con un sólo un pie. Cuando domino estas técnicas aprendo a mantener el equilibrio haciendo el pino, y el siguiente ejercicio es volver a girar, ahora en esta misma posición, es decir, boca abajo, con la fuerza de mis brazos. Cuando al fin el ejercicio se vuelve fluido, y consigo girar ya sin esfuerzo, me invade una gran seguridad y confianza en mí mismo. Mientras experimento estas sensaciones sigo girando en la oscura sala, una poderosa energía se activa en mi cuerpo, que empieza a manifestarse hacia afuera: sensación de ligereza, como si flotara, carcajadas, y chispas de luces de colores girando a mi alrededor.

En otro momento, el mago y yo estamos realizando algún tipo de ejercicio o prueba mediante el uso de una computadora portátil.  El mago empieza a explicarme algo y yo interrumpo mi ejercicio para escucharle. Cuando cojo de nuevo el ratón, observo con curiosidad que el cursor en la pantalla se mueve en dirección opuesta a la que debería. Entonces trato de teclear algo, pero el mago se da cuenta de lo que ocurre, e inmediatamente me detiene agarrándome fuertemente de la muñeca y grita: ¡No toques nada! Sin soltarme, el mago tira fuertemente de mí y juntos corremos en la oscuridad. Siento que nuestras vidas están en peligro, como si un poder siniestro y terrible nos pisara los talones para saltar sobre nosotros. Salimos de la sala a grandes pasos, y de golpe, en el pasillo ambos chocamos contra una fuerza invisible que me hace caer. La cara sonriente y malévola del duende aparece ante mí: siento terror, creo que es el fin... Pero descubro que su cara es mi cara, mi cara es la suya. Duende y yo nos convertimos en una misma cosa. El poder se desata y me pongo en pie siendo el Poder. Con tanta autoconsciencia siento que la realidad se disipa...

Despierto en la noche, y me encuentro tumbado boca abajo sobre el colchón. No me muevo, todavía siento el Poder fluyendo en mí. Trato de relajarme y recordar los detalles de lo que acabo de vivir. Cuando creo haber atrapado la esencia del sueño, me levanto a oscuras. Recuerdos de "mi vida real" tratan de imponerse a esta fuerza, tratan de decirme y recordarme quien soy, y que lo que acabo de vivir es tan sólo un sueño, pero tengo la convicción que esto no es así. Enciendo la luz y busco en la habitación bolígrafo y libreta...

sábado, 17 de noviembre de 2012

Carnaza

Con una niña en brazos, un bufón caminaba frente a la sección de carnicería del supermercado señalando hacia el mostrador y exclamando con una gran sonrisa:
-¡Mira, pequeñaja! ¡Carne de animales muertos!

sábado, 10 de noviembre de 2012

Indicazione Sinestra


Una luz en el oscuro e impreciso camino del bufón.

jueves, 26 de julio de 2012

Desvíos en el camino

Cada desvío es una vuelta al camino.
Pero hay desvíos que se alejan tanto que algunos ya no pueden regresar.
Así pues, permanece fiel a tus deseos internos y atento a las señales externas.
Desvíate, déjate extraviar, cambia de rumbo tantas veces como sean necesarias, y regresa de nuevo a la fuente de la que todo emana, que es tu propio ser.

viernes, 18 de mayo de 2012

El espíritu del Bufºn SatÂnic0


El bufón no tiene porqué comportarse como un payaso, ni como un excéntrico, haciendo el tonto y llamando la atención todo el tiempo. Si hace el tonto no lo hace para llamar la atención, si llama la atención de los demás no es para hacer el tonto. El bufón es un espíritu libre, lo suficiente libre como para no necesitar del reconocimiento, aplauso y las buenas palabras de los demás.

El bufón es consciente de que quien critica a los demás suele pecar precisamente de tantas actitudes critica; así que el espíritu del bufón no es criticar de manera negativista a los demás, excluyendo de dicha crítica a su propia persona, más bien se vale de la risa más salvaje, la más sutil ironía, el sarcasmo más atroz, la más grotesca imitación, y en su mofa y su burla se contempla e incluye a sí mismo como parte de un mundo en evolución. Por otro lado, cuando alguien le critica o critica a otros poniéndose en una posición de superioridad, el bufón permanece atento, y aguarda impaciente el momento en el que el criticón caiga en su propia trampa, para emplear dicha crítica en su contra y dejarle con el culo al aire.

El espíritu del bufón alza lo bajo y rebaja lo alto: alabar la sabiduría del que no sabe, despreciar la ignorancia del que se cree sabedor. Pues no hay nadie más sabio que quien se sabe estúpido, y nadie más estúpido que quien se cree sabio.

Las mejores herramientas siempre están al alcance. Si un discurso elocuente e inteligente es equiparable a un pastel de mierda, un pedo o un eructo retumbante justo en el momento adecuado, pone la guinda a dicho pastel.

Superar las dualidades o hacer malabares con ellas según le convenga. El bufón puede emplear y jugar con lo bueno y lo malo, lo sagrado y lo profano, y el resto de opuestos; pero también puede pasárselos por el culo, ya que en el fondo no cree en ninguna de esas cosas.

La libertad es el medio y el fin último del bufón. Como medio, el bufón puede decir o callar, hacer o no hacer, reír o llorar, cantar o berrear, brincar o trotar, lanzar improperios o palabras de amor; pero como fin último, si el bufón piensa que hacer alguna de estas cosas podría poner en peligro su propia libertad, puede, (¿porqué no?) tomarse la libertad de no hacerla.

lunes, 2 de abril de 2012

Dios / Satán

Dios vino a visitarme el otro día, mientras hacía yo la siesta. Lo reconocí por la sensación de paz, beatitud, ligereza, y bienestar que me transmitió aquella fuerza sin forma que parecía tan cercana, y al mismo tiempo ajena, externa a mí. Diría que sólo había pasado apenas unos segundos flotando agradablemente imbuido en aquel limbo, cuando surgió (esta vez de mis adentros) el sarcasmo puro, la risa, la burla hacia aquel estado de embriagadez, de felicidad, de bienestar... Era Satán, pude ver su cara. Era mi cara. Reía y sonreía con la boca entreabierta mostrando sus afilados dientes. Aquel estado de serenidad y felicidad se esfumó y en su lugar surgió de mi interior un sentimiento de poder absoluto, el poder de la risa, capaz de burlarse de todo, desde lo más profano a lo más sagrado. Entonces Satán y yo fuimos uno en la risa. Me burlé de todo aquello que hasta entonces, como muchos otros, había considerado deseable para mi propia vida: la paz, el bienestar, y la felicidad.

jueves, 8 de marzo de 2012

Mi otra familia

Desde que leí algo acerca de los matrimonios dobles y triples, esto no ha dejado de resonar en mí, en sucesivos pensamientos; ya que, desde mucho antes de saber sobre esto, he tenido, muy a menudo, sueños nocturnos en los que convivo con una familia de hermosos amigos y amigas, bellas y sencillas personas todas ellas, que conocen el sutil arte de disfrutar de la vida. En estos sueños, a veces aparecemos paseando por las calles, o bien compartiendo un piso o una casa, en la que vivimos todos juntos, pero también revueltos. En estos sueños siempre, y repito, siempre, se respira una atmósfera agradable entre nosotras: festiva y alegre por el día, serena y amorosa por la noche. Entre nosotros, los miembros de la familia, nunca hay discusiones acaloradas, ni siquiera discusiones, ya que no nos tomamos las propias opiniones (ni las ajenas) tan en serio como para enzarzarnos en disputas banales; más bien bromeamos todo el tiempo, o disfrutamos del silencio entre charla y charla. Todos nos sentimos libres de ir y venir, de decir o callar, pero nunca de imponerle nuestro pensar o parecer a otro. Por la noche, cuando llega la hora de dormir, las conversaciones no suelen alargarse más de lo necesario en la sala de estar, ya que nos las llevamos al dormitorio. En estos sueños me paseo por los pasillos abriendo en silencio las puertas de las habitaciones, buscando el lugar, o quizá la o las personas con las que me apetece descansar esa noche, ya que a veces, esta o aquel, deciden dormir a solas, o quizá la familia se separa en grupos de dos, tres o cuatro personas para irse a la cama. Otras veces nos acostamos todos en la misma habitación. Es fantástatica la emoción que siento cuando al entrar en los dormitorios veo recostados en la penumbra, a veces durmiendo otras charlando en voz baja o en susurros, abrazados, o haciendo el amor, a los miembros de mi familia. Entonces encuentro mi lugar entre ellos, y me acuesto junto a la persona que iba buscando de dormitorio en dormitorio, y la abrazo con ternura. Cierro los ojos, con el pecho palpittante de amor y el corazón desbordante, gozoso de alegría. Nada me falta entre ellos; la tribu, mi otra familia.